Palabras encadenadas

En un sótano totalmente blanco y pulcro, Ramón, un tipo aparentemente normal e inofensivo, obliga a visionar vídeo-confesiones de sus asesinatos a Laura, la mujer a la que ha secuestrado y encadenado a una mesa.

En su locura, Ramón le propone jugar a las palabras encadenadas. Si gana, Laura podrá marcharse, si pierde, le sacará un ojo. “Te lo puedes jugar todo”

En un movimiento pendular de violencia psicológica y absurdo desconcierto, la relación pronto descubre no ser lo que parecía, y la víctima y el verdugo se alternan los roles. ¿Cuál es la verdad detrás de esta venganza?